El rabo de toro es un plato tradicional de la gastronomía española, especialmente de la cocina cordobesa, que consiste en estofar la cola del toro o de la vaca con verduras, vino y especias. Es un plato muy sabroso y contundente, que requiere de una cocción lenta y prolongada para que la carne quede tierna y se desprenda del hueso. En este post, te vamos a contar algunos secretos para cocinar un rabo de toro delicioso y te vamos a recomendar el mejor lugar para degustarlo: El Caballo Rojo.
El aliño de la materia prima
El primer secreto para cocinar un rabo de toro es elegir una buena materia prima. La carne debe ser de calidad, preferiblemente de toro de lidia, que tiene más sabor y más gelatina que la de vaca. También es importante que la cola esté bien limpia y troceada, con unos 4 o 5 centímetros de grosor cada pieza. El peso ideal de cada trozo es de unos 200 gramos.
Mención aparte merece el adobo. Hay quienes piensan que para que el rabo de toro tenga más aroma y sabor se debe adobar la carne con sal, pimienta, ajo, laurel, tomillo, romero y vino tinto. Se debe dejar reposar el adobo en la nevera durante al menos 12 horas, dando la vuelta a la carne de vez en cuando. No obstante existe otra vertiente gastronómica que indica que este paso no es necesario si la materia prima del rabo de toro es lo suficientemente buena, ya que eliminaría su característico sabor original.
El tercer secreto es el sofrito. Para hacer el sofrito se necesita, al menos, cebolla, zanahoria, ajo y tomate. A partir de ahí, cada maestrillo tiene su librillo, como suele decirse. Se debe picar todo muy fino y rehogarlo en una olla con aceite de oliva virgen extra a fuego medio-bajo hasta que esté bien pochado. El sofrito debe quedar muy meloso y caramelizado.
La importancia de la cocción del rabo de toro
El cuarto secreto es la cocción. Para cocer el rabo de toro se debe añadir la carne al sofrito, un poco de harina, agua hasta cubrir… y paramos de contar para no desvelar toda nuestra receta. Se debe tapar la olla y dejar cocer a fuego lento durante horas, removiendo de vez en cuando y vigilando que no se quede sin líquido. La cocción debe ser lenta para que la carne se ablande y se impregne del sabor del guiso.
El quinto secreto y no menos importante es el reposo. Una vez cocido el rabo de toro, se debe dejar reposar el guiso fuera del fuego durante al menos media hora antes de servirlo. Así se asentarán los sabores y la salsa espesará un poco más.
Este guiso no sería lo mismo sin su correspondiente acompañamiento. El rabo de toro se puede acompañar con patatas fritas, puré de patatas, arroz blanco o verduras salteadas. Nosotros en El Caballo Rojo apostamos por las patatas fritas, que tan bien casan con este plato tradicional de la gastronomía cordobesa. ¡Y no olvides acompañarlo con pan para mojar en la salsa!
El séptimo y último secreto es el lugar. Si quieres probar el mejor rabo de toro de Córdoba, tienes que venir a El Caballo Rojo. Somos especialistas en preparar este plato que es uno de nuestros platos estrella desde hace más de 60 años. Nuestro rabo de toro tiene un sabor único e inconfundible.
Esperamos que te hayan gustado estos secretos para cocinar un rabo de toro y que te animes a visitarnos en El Caballo Rojo para disfrutar de este manjar. Te esperamos con los brazos abiertos y con el rabo de toro listo para servirte.